También esto pasará, de Milena Busquets

Hablemos de casta literaria y de la nueva "gauche divine".


La muerte de una madre es un tema delicado y doloroso, y es necesario aclarar que lo que voy a escribir no trata del hecho en sí, ni de la pena de la autora, sino de la novela publicada por Anagrama.

"También esto pasará" es una novela que promete, y mucho. En ella, Milena Busquets, hija de la histórica editora Esther Tusquets (resulta pertinente aclararlo por lo que escribiré a continuación) utiliza numerosos trucos para atrapar al lector. Un buen título, un buen comienzo, lenguaje limpio, sexo a mansalva, reflexiones sobre la muerte e incluso un buen final, todos los ingredientes perfectos para una novela de éxito.

Y, pese a todo... No puedo evitar que esta novela autobiográfica haya terminado provocándome cierto rechazo. Por una parte, no cuesta empatizar con alguien que haya perdido a su madre y quiera dedicarle un homenaje (¿quién no lo haría?) y precisamente los sentimientos de pérdida constituyen la parte más emotiva de la novela. 

Sin embargo, el mundo descrito por Busquets, superpoblado por personajes guays, causa algo de irritación. Ese mundo es una versión 2.0 de la "gauche divine" a la que pertenecía la madre de la autora, pero ya sin alma, sin un propósito claro más allá de una autocomplacencia algo extraviada. El universo de Busquets está compuesto por varios hombres tan "cool" y tan parecidos entre ellos que cuesta distinguirlos, días idílicos junto al mar en Cadaqués, síndromes salvajes de Peter Pan... 

Es previsible que la novela sea un éxito, en parte fruto del intenso esfuerzo de marketing a favor de una autora que pertenece a la casta literaria. Pero, pese a los trucos de escritor que Busquets ha utilizado hábilmente, el cuerpo de la novela -insisto, más allá del desgarro por la pérdida materna- carece de alma y hace, sin quererlo, el retrato de una generación tan guay que causa un intenso sonrojo.