La tía Julia y el Escribidor

La tía Julia y el Escribidor es la prueba de que Vargas Llosa, brillante escritor y hombre renacentista, siempre se quedará a un paso de la genialidad absoluta.

La novela cuenta la historia de amor del propio escritor con una mujer divorciada, la tía Julia, 14 años mayor que él. Vargas Llosa intercala en la trama principal cuentos que reflejan bien la idiosincrasia de Perú, con brillantes planteamientos y desenlace abierto. 

El libro entusiasma hasta más o menos la mitad, con un Vargas Llosa humorístico, ágil, que atrapa con maestría la Lima del siglo XX. Progresivamente, la narración pierde ritmo y fuelle, hasta acabar diluyéndose en un final cada vez más descafeinado. Los cuentos intercalados logran cansar al lector, y Vargas Llosa pasa de puntillas sobre el epílogo de su divorcio con la tía Julia. 

La muerte de la verdadera tía Julia (Julia Urquidi) en 2010, provocó que la novela volviese a estar de moda. Urquidi envejeció distanciándose de Vargas Llosa, y dejó su réplica al autor peruano con su propio manifiesto "Lo que Varguitas no dijo". 

Siendo una buena novela, lo más destacado de esta obra es que ha terminado convertida en un interesante experimento acerca de la relación entre la literatura y la vida. En este experimento, un autor, Vargas Llosa, escribe una historia real, y el doble de ficción, la tía Julia, devora para siempre a Julia Urquidi, que tuvo que vivir casi 40 años bajo la sombra de su personaje. Recomendada para amantes de Vargas Llosa, Perú y el boom de la literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX.

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