Buenos Aires con Sabina



Dedicado a mi hermana, sabinera incorregible

Buenos Aires es inagotable. 


Por más veces que alguien visite la ciudad más europea de América, jamás logrará conocerla. Por eso, con la banda sonora de Joaquín Sabina, el trovador que hermanó como nadie las dos orillas del Atlántico, regreso una y otra vez a mis 7 imprescindibles de Buenos Aires, mientras tarareo las canciones del Flaco, porque Tú no querías más amor que el del Río de La Plata

Con la frente marchita

1. La Plaza de mayo


Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear... y al llegar a la Plaza de Mayo me dio por llorar..

Al pisar la Plaza de Mayo, el viajero comprende que los lugares tienen alma. La Plaza está saturada de Historia y fantasmas y, al atravesarla con el estómago encogido, uno entiende que todo sucedió allí. La Plaza de Mayo es el corazón de Argentina, donde todo empieza y todo acaba.

2. La Casa Rosada 


Y si la Plaza de Mayo es el corazón, la Casa Rosada es el cerebro. Parece increíble, tan cercana y tan pequeña cuando se la compara con las avenidas y los edificios del descomunal Buenos Aires. Uno tiene que hacer un esfuerzo para convencerse de que en los balcones de ese edificio pintado con cal y sangre de vaca (de ahí su original color rosáceo) estuvieron asomados Perón, Evita, los dictadores, los demócratas... Cuesta asimilar tanta Historia en un edificio tan modesto.

3. El Café Tortoni


Subiendo por la Avenida de Mayo, el Café Tortoni conserva cientos de secretos entre sus mesas y espejos. Un café en el Tortoni, custodio de la cultura argentina desde Borges a Gardeles un ritual sagrado para cualquier viajero.

4. La 9 de julio


La Avenida de Mayo es perpendicular a la 9 de Julio, la expresión más fiel de la megalomanía que hace de Buenos Aires una ciudad distinta. El obelisco sirve de faro seco, y la gigantesca figura de Evita Perón, Evita bailaba con Freudgrabada en un edificio que domina la Avenida, parece concebida para intimidar al viajero, diminuto en una calle diseñada para colosos.

5. La librería Ateneo


El Ateneo es un antiguo teatro reconvertido en templo para los amantes de la lectura, probablemente la librería más hermosa de América Latina. Quien ame los libros sabe cuándo entra al Ateneo, pero ignora cuándo logrará salir de este pequeño paraíso en la calle Santa Fe, en el barrio de Palermo. 

6. San Telmo




Mándame una postal de San Telmo, adiós cuídate... 

La Plaza Dorrego y el café del mismo nombre. El mercado de antigüedades más fascinante de América. Mafalda. Tangueros viejos, músicos nuevos, galerías inacabables; San Telmo es la esencia del Buenos Aires por el que el viajero quiere pasear, y su domingo de mercado, un regalo para todos los sentidos. 

7. Boca

Dieguitos y Mafaldas


Aquel año Boca salió campeón en La Bombonera... de González Catán... a Tirso de Molina

Y Boca, mi barrio favorito, tan peligroso como pasional. La Bombonera, el templo en el que fue concebido el Mesías del fútbol, Maradona. Caminito, un encantador guetto para turistas donde el tango es religión. Y las cantinas, y los bosteros, y ese aroma portuario a viejo Buenos Aires.  

Nadie como el mismo Sabina para resumir en una frase lo que inspira esta ciudad inolvidable: Buenos Aires me mata. 

A tu salud, Flaco.

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