La búsqueda del otro El Dorado


He sucumbido al embrujo de El Dorado. Pero no al de la ciudad mítica de oro, sino al del otro El Dorado, el de la civilización perdida de los incas. 

El Paitití: una ciudad oculta en algún lugar de la selva amazónica en la que los últimos incas se habrían refugiado ante el imparable avance de los invasores españoles. Un lugar repleto de misterio que esconde los más increíbles tesoros. Hasta aquí, la leyenda. Y todas las leyendas esconden un fondo de verdad. 

Para comenzar, siento un profundo escepticismo ante el Paitití legendario. Pero...

Parece razonable pensar que los incas que aún no habían sido sometidos por los conquistadores españoles buscasen reductos inalcanzables para aquellos extraños enemigos. Dado que la invasión llegaba desde el Oeste, era natural escapar hacia el Este, huyendo de los Andes hacia la selva amazónica, hoy peruana, boliviana y brasileña.

Me centraré en Bolivia. Un militar experimentado de la Armada boliviana, que lleva décadas recorriendo los ríos amazónicos, me ha dado un par de claves que, por el momento, me reservaré.

En Bolivia -un país increíblemente inexplorado- existen dos zonas que pudieron servir como retaguardia estratégica a los incas y, por ende, ser el lugar donde se encuentra el Paitití. Una de ellas, es la inmensa región de Beni. Otra, el parque nacional Madidi. 

Mapa de Bolivia con las zonas en las que podría estar el Paitití (aproximado)
El Beni es un área selvática descomunal, puerta de la gran Amazonía, que albergó una cultura sobre la que no se conoce gran cosa. Iñaki, ingeniero beniano, se refiere a esta cultura como "los antiguos", y me muestra su admiración por su capacidad de construir lagunas artificiales, y construcciones elevadas capaces de paliar los daños que provocan las inundaciones cíclicas que devastan la región. Hay restos de construcciones de piedra en distintas partes del Beni, con extensas áreas de bosques impenetrables que pueden esconder cualquier cosa. Muchos de los relatos de los antiguos exploradores españoles que hablan del Paitití están precisamente localizados en los ríos de Beni.

Por otra parte, el parque Madidi, al norte de La Paz, es una reserva natural gigantesca y muy poco explorada. En ella aún podrían subsistir los Toromonas, una etnia que, según algunas versiones, habría ayudado a los incas a ocultarse, y que habría optado por vivir sin contacto con la civilización moderna.

La búsqueda del Paitití, centrada en Perú, también ha tenido episodios en Bolivia. A mitad del siglo XX, un destacado nazi refugiado en Bolivia, Hans Ertl, llevó a cabo excavaciones sin resultado al norte de la ciudad de La Paz, en busca del Paitití, que en su interpretación, significaba "Dos colinas". 

A finales de siglo, en 1997, el explorador noruego Lars Hafksjold desapareció para siempre en el Madidi, también en busca del Paitití, sin que expediciones posteriores fueran capaces de hallar sus restos. Son sólo dos ejemplos de decenas de expediciones que intentan comprobar las decenas de teorías que existen sobre el Paitití. 

Durante mi estancia en Bolivia, trataré de construir mi propia experiencia, viajando e intentar aplicar la lógica.Con este post comienza mi investigación. Con toda seguridad no encontraré el Paití, pero sólo la búsqueda ya habrá valido la pena.  


Grabado antiguo sobre el Paitití




  

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