Sorata y los perros zombies

Hay dos indicadores mundiales del subdesarrollo: la basura y los perros abandonados. 

El monte Illampu, camino de Sorata
Encuentro ambos indicadores en Sorata, un pueblo boliviano que antaño era un refugio vacacional para los ricos de La Paz por su menor altitud y su clima templado, y que hoy rumia su abandono, oculto en un valle semitropical desde el que adora al hermoso monte Illampu.

Valle de Sorata
Se llega a Sorata después de casi cuatro horas de carretera desde la Paz, con un tramo final que desciende desde el Altiplano en una sucesión de curvas vertiginosas  y regala al viajero imágenes de valles verdes y montañas nevadas.  Sin embargo, el pueblo resulta una gran decepción.

Plaza de Sorata






Estatua del Presidente Enrique Peñaranda
Tengo muchas esperanzas puestas en Sorata, pero al llegar allí sólo encuentro decrepitud. Decrépito es el emblemático Gran Hotel y decrépita la casa Gunther, que otrora fue hermosa propiedad de una familia de terratenientes alemanes y ahora es un albergue decadente. Las calles de Sorata, imposibles para los vehículos (extranjeros, no se os ocurra entrar en coche!), parecen haber caído en el letargo previo a la muerte.

Sorata y el monte Illampu
La Casa Gunther
Salgo del pueblo en busca de la naturaleza, y bajo al río San Cristóbal, tan hermoso como salpicado de basura. Allí tengo el primer incidente con los perros zombies. Mientras intento encontrar un paso para cruzar el río, descubro que me siguen cinco perros, de los cuales al menos dos tienen los ojos enrojecidos por la rabia. Vienen ladrando hacia mí, agresivos, endemoniados, y atravieso el río como puedo, escalando por la ladera opuesta como alma que lleva el diablo, hasta que dejo de escuchar sus ladridos.


El Río San Cristóbal
Subo por la ladera hasta llegar al café Illampu, propiedad de un suizo (Bolivia nunca deja de sorprender). Allí me regodeo en la contemplación del monte sagrado, lo más bello de Sorata, para regresar al pueblo por la carretera y encontrarme de frente con otra manada de perros de ojos rojos. Esta vez no puedo escapar, y sólo lanzando piedras puedo hacer huir a los animales salvajes y enfermos. 
Sorata desde el Café Illampu, con la montaña sagrada al fondo
Al regresar a Sorata, ya he decidido que no pasaré la noche allí, ni siquiera para contemplar al día siguiente la gruta de San Pedro. Regreso a La Paz y, al abandonar el valle y alcanzar el Altiplano, siento una extraña paz mientras contemplo los Andes a mi espalda y el Titicaca frente a mí. 

La carretera me conduce por Warisata (donde comenzó la guerra del gas que provocaría la huida del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y, dos años después, tendría como resultado la victoria de Evo Morales) y después a Achacachi, sede de los feroces guerreros conocidos como los Ponchos Rojos.


Warisata con el Illampu al fondo
Esa parte del Altiplano es particularmente dura, hostil y desconfiada con el viajero; probablemente tenga sus motivos. En cualquier caso, al entrar a La Paz, comprendo que jamás volveré a Sorata, y también que nunca me cansaré de contemplar el lago Titicaca ni, por supuesto, los Andes.


Los Andes por el retrovisor

3 comentarios:

  1. Valga la crítica contra los perros hidrofóbicos, pero el cuate comentarista se perdió la historia. Sorata era la puerta de salida del comercio de corteza de quina, de cacao, del oro de Larecaja, Tipuani y Guanay y otros productos (incluso habría que verificar si salían bolachas de caucho) que pasaban directamente de Sorata a Achacachi y los puertos menores del lago Titicaca por los cuales salían por el ferrocarril de Puno vía al Pacífico al comercio internacional. En esa época varias familias alemanas, como los Kramer, la casa Gunther, etc. estaban asentadas en esa población, que experimentaba una gran bonanza. El presidente Peñaranda, nacido en Chuchulaya una hacienda cercana a Sorata hizo construir el Hotel Prefectural, ahora privatizado y con esperanzas de renacimiento. El Hotel de los Kramer fue asaltado en septiembre de 2003. Por eso al bajar los precios del alojamiento pudimos alojarnos dos veces en ese hotel, estaban baratos los precios. Pero tampoco son demasiado caros. Hay otros alojamiento y alguno es bastante pasable. El camino de Sorata a Consata muestra varias minas productoras de oro, algunas en las estribaciones del Illampu. Más allá están los veneros de Yani, en los cuales los Incas tenían lavaderos de oro. En Consata mis alumnos no quisieron alojarse porque el único lugar tenía las ventanas con malla de alambre rotas, y hay pequeños murciélagos vegetarianos e insectívoros, Pero se puede desayunar. Hay arboles de cacao antes del pueblo y en la región. A media hora encuentras cafetales. Luego pasas a Santa Rosa del Mapiri, población creciente, de cocaleros, y cooperativas de lavaderos y lixiviadores de oro. Cuando saque una foto pensaron que yo era de la DEA y tuvimos que rajar porque tiraron piedras. Pero en Santa Rosa del Mapiri hay bonanza económica. El pueblo que ni siquiera figura en los mapas ha crecido mucho hay escuela, los niños y los cooperativistas tienen la TV peruana como diversión además por supuesto del fútbol y organizan campeonatos cuando no están lavando oro o cosechando coca. De allí pasamos a Mapiri. Hace 5 años el pueblo estaba muerto y luego vino la fiebre del oro cuando la onza troy superó los 1200 bolivianos. También hay lavaderos de oro, al frente está Charopampa, con cacaguales y se puede proseguir el camino hasta Atén y luego Apolo. O de Mapiri se puede pasar a Guanay, otro poblado aurífero, y luego a Caranavi. . Encontramos en el río Mapiri grandes cacaguales. Cuando los perros ladran no hay por que abandonar la jornada....

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    1. Interesante aportación, muchas gracias. En cuanto al tema de los perros, acabo de ver en el noticiero de ATB que una jauría de perros salvajes ha devorado cincuenta ovejas en un pueblo del departamento de Oruro y está atacando a las personas, que piden ayuda a las autoridades. Creo que los perros salvajes se han convertido en un problema serio en Bolivia, un país por otra parte tan fascinante como seguro para el viajero.

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  2. LO UNICO QUE PUEDO APRECIAR ES BELLEZA EN LOS PAISAJES PARA PODER ADMIRAR LOS MISMOS CLARO QUE VOY SIN PENSARLA DOS VECES.. ES UN LUGAR HERMOSO. (CON CARRO, SEGUN INFORMACIONES LA CARRETERA ES ASFALTADA).

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