Barqueras en las nubes: Achocalla

Las barqueras de las nubes habitan en un pueblo llamado Achocalla, construido alrededor de una laguna. 



Achocalla trepa por un valle contiguo a La Paz, y es una de las escasas manchas verdes que salpican los  montes áridos que bordean el Altiplano boliviano.





El Occidente de Bolivia apenas conoce el mestizaje. Los blancos siguen siendo blancos, y los aymaras, aymaras. Por eso, en Achocalla las choquitas (rubias) que me acompañan llaman la atención. El boliviano es reservado, por lo general, pero también amable y risueño, y la atmósfera que rodea la laguna, corazón de la zona, es acogedora para el extraño.



Entre todas las imágenes de este paisaje, una laguna en mitad de las nubes, me quedo con las barqueras, cholitas  de fuertes brazos que reman incansables de una a otra orilla. (Aclaro que en Bolivia, la palabra cholita no es despectiva: se refiere a las mujeres que han optado por mantener un tipo determinado de vestimenta y tradiciones, principalmente, pollera-falda- y el bombín).




Tras la laguna, la imagen de los dos nevados andinos en el horizonte - el Illimani, con 6462 metros, y el Mururata, con 5869-tiene algo de mitológico. Sin embargo, en la orilla, es simplemente un domingo de campo para los habitantes de Achocalla, niños, familias y enamorados, que disfrutan de unos momentos de gloria al surcar el agua mansa, guiados por las barqueras de las nubes.






Dedicado a A, la mejor fotógrafa.

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