Es conocido que miles de alemanes huyeron hacia América Latina al terminar la II Guerra Mundial, y que entre ellos se encontraban destacado jerarcas del régimen de Hitler. Unos pocos fueron localizados por los cazadores de nazis, y llevados ante la justicia, como Klaus Barbi en Bolivia, o Adolf Eichmann y Erich Priebke en Argentina... Pero muchos otros obtuvieron la impunidad del olvido.
La literatura y el cine popularizaron la existencia de Odessa, una red de nazis que se apoyaba de forma clandestina en el extranjero, a la espera de tiempos mejores. Desde lejos, todo tiene cierto aroma a leyenda urbana.
Pero al llegar a Bariloche, un pueblo convertido en ciudad turística en la Patagonia andina, la leyenda se convierte en una realidad palpable.
Bariloche es uno de los rincones más hermosos de Sudamérica. Sin embargo, su belleza no es latinoamericana. El lago Nahuel Huapi, de aguas heladas y cristalinas, es una de las maravillas de la región, así como las montañas y pinos (traídos de Europa) que lo rodean. En el verano austral, los valientes pueden zambullirse en el lago. En invierno, es la estación de esquí más famosa de Argentina. Aparentemente, es un lugar idílico. Pero...
En el libro "Bariloche nazi", Abel Basti narra cuál fue el sorprendente origen de la emigración nazi a Bariloche. Una aparatosa fuga por Sudamérica de un teniente alemán en la Primera Guerra Mundial, Wilhelm Canaris, fue el detonante. Con el paso del tiempo, Canaris, que descubrió Bariloche en su huida de una cárcel chilena, se convertiría en el jefe de la inteligencia militar de Hitler, y sugeriría esa pequeña ciudad como refugio de los jerarcas nazis por si la guerra se perdía.
En un siglo, Bariloche se convirtió en una ciudad, y los alemanes que fueron llegando construyeron su propia sociedad, viviendo tranquilamente hasta la entrevista en televisión de Erich Priebke, que abrió la caja de Pandora:
Entrevista con Erich Priebke
Desde entonces, en Bariloche se hizo el silencio. Nadie quiere hablar del tema y que el estigma nazi marque para siempre la ciudad. Aquí, un estupendo reportaje sobre este asunto:
Bariloche, Pacto de Silencio
Quien viaje a Bariloche, podrá elegir entre sus fabulosas montañas y los paisajes que rodean el Nahuel Huapi, sus estupendos chocolates y sus edificios alpinos. Pero, salvo que cierre los ojos, no podrá evitar preguntarse cómo y por qué una colonia alemana nació y creció en la remota Patagonia, marcada por el horror de un pasado lejano...
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