El poder del perro, de Don Winslow


La ambición de Don Winslow ha creado una novela descomunal. 

"El Poder del perro" narra dos décadas de narcotráfico en México, Centroamérica, Colombia y EE.UU., y para ello utiliza distintas perspectivas que convierten a esta novela coral en una obra destinada a perdurar, anticipando la posibilidad de que Winslow pueda convertirse en un moderno Le Carré o Frederick Forsyth. Obviamente, no se trata del estilo, porque Winslow no hace la más mínima concesión literaria, priorizando siempre la agilidad narrativa y el diálogo. 

El autor ha hecho un esfuerzo brutal de documentación para recrear las entrañas del mundo de los narcotraficantes, la DEA, la burguesía mexicana, la Iglesia, incluso los mafiosos neoyorquinos del último cuarto del siglo XX. Winslow obtiene tres logros fundamentales a lo largo de toda la novela: los giros en la acción son impredecibles y despiadados, los personajes son creíbles por sus contradicciones, sus debilidades y su falta de encasillamiento en los papeles planos de "bueno-malo", tan habitual en las novelas de género, y consigue introducir personajes ficticios en la Historia, haciendo interactuar a sus criaturas con personajes reales.

La longitud del libro -tal vez algo excesiva- es consecuencia de la descomunal ambición de Winslow por cubrir todos los ángulos de la realidad. Aun así, el lector no se cansará fácilmente de recorrer los distintos submundos que propone el autor. Este libro ha tenido una continuación en 2015 con El Cártel (que también reseñé en este blog), otra novela que mantiene muchas de las virtudes de "El poder del perro", pero curiosamentente con un tono de mucha mayor complacencia hacia las actividades dudosas de la administración norteamericana.

Con todo, el esfuerzo de Winslow nos permite disfrutar de una novela entretenida, de las que deja al lector exhausto, y orientarnos en el complejo mundo del narcotráfico, uno de los grandes temas de las últimas décadas.

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