Los mitos de Cthulu -HP Lovecraft



Uno de los recuerdos imborrables de mi niñez es la imagen de un cómic -hoy extraviado por las continuas mudanzas- en la que se muestra un monstruo descomunal, a mitad de camino entre un reptil y una babosa, con un nombre inolvidable: Cthulhu. 


De forma inesperada, décadas después, Lovecraft cae en mis manos mientras manoseo libros en Yachaywasi -que significa Casa del Saber- una librería de La Paz, también tierra de misterios. Cthulhu regresa a mí, me llama y consigue venirse conmigo a casa. Y, cuando leo la creación de Lovecraft, compruebo que no sólo no me decepciona, sino que me fascina aún más que en mi niñez. 

Lovecraft desarrolla en Los mitos de Cthulhu, con una maestría difícil de igualar, la existencia de una civilización extraterrestre anterior a la Humanidad, que yace dormida en los lugares más remotos de la Tierra, esperando el momento de despertar, conectada a los hombres más perceptivos mediante los sueños. 

El novelista recorre, con distintos trucos literarios pero siempre cautivando al fascinado lector, los desiertos de Arabia, los mares del Sur, los pantanos de Nueva Orleans o la costa Este de Estados Unidos, recopilando testimonios escalofriantes, con un protagonista que habla en primera persona y transmite a la perfección su desasosiego y su pánico.

Todos los cuentos son magistrales -el único "pero" es el excesivo número de adjetivos que utiliza el autor- pero el más sublime es el que se desarrolla en la imaginaria ciudad de Arkham. En él, el protagonista describe en primera persona un lugar conquistado por un horror inexplicable, cuyo origen va descubriendo mediante distintos trucos narrativos, hasta que en un giro maestro -que no revelaremos al lector- culmina una narración extraordinaria. 

Lovecraft demuestra ser más que un escritor. Es el creador de un universo propio, en el que bucea al mismo tiempo en la Historia del hombre y en nuestros miedos, atrapando al lector con un derroche de imaginación y erudición. Un imprescindible de la literatura, y no sólo de la fantástica.

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